miércoles, abril 30, 2008

Intento de destrucción de la sanidad pública









Noticia sobre un nuevo avance del Gobierno de Madrid para privatizar la sanidad y hacer negocio con la salud de las personas. Proviene de nuevo del grupo de Esperanza Aguirre (ya sabemos que la Esperanza es lo último que se pierde), que da su visto bueno a Consejeros y resto de su equipo, y que llena las ya de por sí gordas barrigas de unos cuantos empresarios, para los que describir su actividad sólo me evocaría a la mente palabras relacionadas con el mundo animal:

"El Servicio Madrileño de salud vende a una empresa norteamericana la asistencia sanitaria de 400.000 personas

El pasado jueves 24 de abril se hizo público el concierto singular de carácter marco de 28 de diciembre de 2006, por el cual el SERMAS vendía a la Fundación Jiménez Díaz – Unión Temporal de Empresas, toda la asistencia hospitalaria urgente y programada, de atención especializada, los diagnósticos de laboratorio, radiodiagnóstico, anatomía patológica y endoscopias de la población de las 14 Zonas Básicas de Salud siguientes: Aravaca, Casa de Campo, Argüelles, El Pardo, Cortes, Justicia, Universidad, Palacio, Embajadores I y II, Andrés Mellado, Imperial, Acacias y Palos de Moguer.
[...]


La empresa adjudicataria es la multinacional Capio, que a su vez es propiedad del fondo de capital-riesgo norteamericano Apax Partners. Este tipo de empresas se caracteriza por la búsqueda de la rentabilidad a corto plazo, a costa de lo que sea, incluida la propia supervivencia de la actividad y la continuidad del servicio.

Los centros de salud correspondientes a esas zonas básicas, son con toda seguridad el siguiente objetivo, ya que son imprescindibles para asegurar la rentabilidad económica de la operación, al pasar a desempeñar un papel reductor de las derivaciones a especializada. La privatización de la gestión de los centros sanitarios, cualquiera que sea la modalidad empleada implica la búsqueda prioritaria de beneficios, sin control de calidad público alguno, ya que la evaluación de la gestión también está en manos privadas.

El mecanismo es, desgraciadamente, bien conocido ya: Devaluar y evitar la atención debida a quienes generan mayor gasto: personas mayores con patologías múltiples, enfermos crónicos y en general personas sin recursos que acumulan todo tipo de necesidades. Ejercer presión o incentivar económicamente, sobre todo a los médicos para que disminuyan la indicación de ingresos, den altas rápidas, soliciten menos pruebas diagnósticas, etc. Reducir plantillas de trabajadores sanitarios y no sanitarios, y precarizar sus relaciones laborales.

Las consecuencias están aseguradas. El ahorro en personal y recursos, único mecanismo que garantiza el negocio privado, redunda en descensos brutales de la calidad y el correspondiente aumento de la mortalidad hospitalaria, en la disminución del diagnóstico precoz y, en general, en un deterioro inaceptable de la calidad de la atención de todas las personas.[...]"

Hace tiempo ya publiqué otro post de contenido similar. Está claro que esta gentuza no parará hasta que consiga que la sanidad sea al 100% un comercio de personas.


Saludetes.


NOTA: El artículo completo en la página de Corriente Roja.

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