viernes, febrero 06, 2009

Actualidad en susurros




-Parece ser que el hecho de dirigir a un club como el Real Madrid trae consigo pingües beneficios. De hecho, el hombre que susurraba a los ladrillos (véase Florentino Pérez), dueño de uno de esos imperios que pululan sobre los trabajadores, ya tiene en marcha su campaña mediática (al menos, un medio ya lo alaba públicamente y sin ponerse coloraos, el diario Marca) para volver a colarse como presi de los blancos y dirigir su cotarro inmobiliario a costa de los socios y los hinchas.

-El hombre que susurraba a los faraones (véase Alberto Ruiz Faraón) parece implicado en un escándalo de espionaje de proporciones magníficas, pero no llega a asomar la cabeza, ni cara al público, ni cara a los que susurraban al del Culo Blanco (véase peperos).

-El que sí parece que da un poco la cara, aunque sea para vanagloriarse de su fortuna a costa de los currantes, es el hombre que susurraba a la codicia (véase Botín) para dejar claro que por encima suyo no está ni el Gobierno. Vamos, todo un ácrata el hombre. Ha ganado 8.876 millones de euros netos con el Banco Santander. Sí, yo también siento pena por él.

-Los hombres que susurraban a Polanco (véase Telecinco) muestran, como noticia digna de varios minutos de su telediario, un reportaje sobre las bondades de ser vigilados por el Gran Hermano mediante cámaras en los metros de Madrid y Valencia. Concretamente, resaltaban la importancia de utilizar cámaras en casos como el de gente que cae a la vía o en la detección de carteristas. Mientras, mostraban cómo una mujer caía a la vía y la rescataban otros viajeros sacándola de la vía rápidamente (¿y la importancia de la cámara?). Sus argumentos acerca de que nos sintamos agradecidos de estar espiados los podría derrumbar un niño de seis años por su manifiesta incoherencia.

-El hombre que saludaba a los burgueses, eso sí, con simpatía (véase Obama) autoriza el envío de 30000 soldados más para seguir ocupando y masacrando en Afganistán. Como dicen en los medios, todo un ejemplo de humanidad la suya.

Hasta aquí la actualidad en susurros. Saludetes.
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