Esto lo escribí hace unos cuantos días, pero no me decidí a postearlo porque tiende en parte a un razonamiento falso, porque ya no estoy totalmente convencido de lo que explico y porque la forma en que está escrito es un poco pedante. Aún así, tengo claro que en la escala de preocupaciones primero está la supervivencia y luego hay otros temas por debajo de la pirámide (no me lo he inventado yo, lo aprendí en Filosofía). Bueno, si alguien tiene algo que decir o piensa cosas en contra del texto (ahora mismo, yo el primero) ya sabe, un comentario y así lo hablamos.
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Los casos de violencia juvenil en el entorno educativo están a la orden del día en todos los informativos: vídeos de compañeros que pegan o humillan a otros compañeros, niños que agreden a profesores, testimonios, encuestas… De hecho, acabo de escuchar en la radio el caso de un niño con Síndrome de Down que en un colegio ha sido agredido por muchos de sus compañeros de clase a la vez y lo he relacionado inmediatamente con el bullying (de bully -bravucón- en inglés)
Esto creo que no es nuevo. Recuerdo cuando iba al colegio a niños expulsados por agredir a algún profesor, peleas, humillaciones al “empollón” o al “raro”, etc. Y a tenor de los comentarios de nuestros padres, abuelos, etc., parece ser que siempre ha habido un patrón de conducta en los colegios que hace que hayan existido problemas y disputas similares desde el comienzo de los tiempos.
En todo caso, si nos atenemos a la información que nos llega y a las opiniones de expertos, es posible que el problema se haya agravado en los últimos años, y que los casos de bullying tienden al alza y se producen cada vez en niños de menor edad.
Pienso plantear aquí una tesis que exprese mi opinión acerca de sobre quién o quiénes recae la culpa en mayor medida, y qué más responsabilidades tienen los culpables sobre otros problemas sociales de auge relativamente reciente.
Pienso dejar las cosas claras desde un principio: posiblemente uno de los principales orígenes de esta nueva explosión de violencia juvenil e infantil se encuentra los especuladores inmobiliarios (¡Toma yaaa!).
Antes de empezar a escuchar un “A este tío se le ha ido la olla definitivamente…”, voy a explicarme con la mayor claridad con la que me vea capaz. Haré un razonamiento inverso de consecuencia-causa, ya que creo que será más comprensible y me resultará más sencillo de relatar, pero como primer apunte creo que hay que resaltar la concordancia más o menos ¿casual? entre el auge de la violencia entre los menores y el alza del precio de la vivienda (causada por especuladores inmobiliarios, muchos de ellos políticos y grandes empresarios) hace aproximadamente los mismos años.
Las conductas violentas a temprana edad consideran los expertos que comienzan en un ámbito familiar o social (amig@s) que influyen de manera especial en la personalidad de un menor. Creo que ambos ámbitos están íntimamente relacionados, ya que una influencia violenta puede venir causada por razones dentro del hogar o por relaciones con personas dentro de cuyos hogares existan también dichas razones. Por supuesto no creo que influya de manera determinante la renta económica de un hogar, las creencias religiosas, el país o provincia o barrio donde se encuentre, etc.
Si tomamos como base el entorno familiar de una familia media (la mayoría) nos encontramos con que el tiempo que dedican los padres, abuelos, tutores o cualquier figura de educación se puede reducir drásticamente si las horas de trabajo aumentan. Esto dejaría más tiempo a los menores con una independencia conductiva quizás mayor que lo razonable (que me corrija quien crea conveniente). Desde luego, esta menor capacidad de atención no es culpa de los padres o tutores, ya que como humanos que somos necesitamos comer, y en una sociedad capitalista y mercantilista para comer hace falta dinero, y este dinero se consigue normalmente trabajando, a veces demasiadas horas. Por supuesto la alienación mental causada por el bombardeo de publicidad (que ahora la UE considera que se puede aumentar un poco más) también favorece el abocarnos al consumismo, con lo que la cuota de tiempo en el trabajo puede aumentar.
Si tenemos todo esto en cuenta, podemos juntarlo con el mayor gasto mensual que por norma general se realiza en un hogar: la hipoteca/alquiler. Hay que dedicar un esfuerzo sobrehumano en muchos casos para pagar a bancos y propietarios (con un millón de veces más caradura los primeros) todos los meses una cantidad que cuesta mucho ganar. Esta cuota no se ha incrementado porque sí, sino que cuatro gatos (bueno, más de cuatro…) se han forrado y se siguen forrando con el negocio inmobiliario, cuando la vivienda ya se sabe que no debería ser un negocio, sino un derecho.
Así que en mi humilde opinión veo una relación clara entre:
Tipejo especulador -> Letra del piso enorme -> Familia necesita currar mucho -> Hijos con poco tiempo para comprender diferencia bien/mal -> Bullying
Por la misma regla de tres se generan de igual forma más problemas sociales en los menores: bandas de violencia urbana, drogadicción, aislamiento social, fracaso escolar, etc.
Obviamente no voy a decir que la culpa de todo esto la tengan los ladrones que se forran de un derecho que deberíamos tener todos, pero sí que se debería atajar la especulación y que se reconozca la gran responsabilidad que le toca a estos chorizos.
Un saludete y espero opiniones.
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